miércoles, 31 de marzo de 2010

GOLPES DE UNA NIÑA INDEFENSA

Volvió a hacerlo. mientras escribía el título me dijo, "hey, pinche mamón", y me dio un golpe en el músculo del antebrazo. y ahora se queja porque siempre corrijo sus errores, y me corrigió cuando se dio de cuenta de que había cometido uno.
Gran parte de sus golpes son para aparentar su "gran fuerza", y que todo el mundo le tema. justo ahora le pediré que lea en voz alta lo que escribo, a ver si muy muy.
Y ahora me habla amenazante, con ese, " y si no quiero". una frase típica de las niñas de su edad.
Mi hermana y mis primas la dicen todo el tiempo.

sábado, 27 de marzo de 2010

El lugar más bello del mundo

En ninguna otra parte del globo giratorio en el que vivimos viajando, pega el sol tan placenteramente, como en ese lugar, al que a falta de expresiones para demostrar que lo amo, he decidido llamarlo así.

Extraño los días que pasaban inadvertidos como esperando un futuro no muy lejano, que creo que ya es hoy, en los que casi no tenía nada que hacer; en los que me levantaba, ni muy tarde ni muy temprano, salía al balcón y me estiraba. Observaba la casa vacía, todos, quiero decir, todas, las mujeres que la habitan, habían salido a sus respectivas labores cotidianas, todas ellas en una escuela diferente. Una, luchando por que la escuela no entorpezca su conocimiento; la más chica aceptando todo lo que le dicen, es una niña, solo quiere divertirse; y la más grande, pero no por eso la más floja, entorpeciendo la educación de unos cuantos niños, pero a la vez haciendo su mayor esfuerzo, más que por el salario decente, por poner el ejemplo. El ejemplo ese que le falta a todo México, sí, mi madre suda trabajando...

Esas tres mujeres son las que complementan el paisaje maravilloso que me ofrece ese lugar, cada vez que despierto y estoy ahí.

Extraño sus carreteras rodeadas, envueltas en ese verde que parece y espero que nunca muera. En vueltas, sí, las carreteras en ese lugar son puras y malditas vueltas. Extraño los cerros que están ahí como a la expectativa, como trincheras, protegiendo a los hijos de los ríos que tienen a sus pies. Extraño el sol en mi frente, porque el sol es el mismo en todo el mundo, pero a este lugar llega un brazo diferente, especial; y aún así, sus pobladores se quejan por causa de él.

No se porqué se empezinaron en dividir ese lugar en municipios (bueno, creo que si sé porqué), pero yo, en el lugar de aquellos que lo hicieron, y en este momento, si tuviera el suficiente dinero, si tuviera algún apellido bonito, de los caciques que dominan mi lugar más bello del mundo, lo nombraría sin pensarlo, mi país. Mi nacionalidad, sería por mero instinto del habla, Huasteco.

Hace ya varios meses que salí de ese lugar, para cambiar las rutinas. Y para buscar alguna profesión que fuera de mi agrado y que no me exigiera más de lo que puedo dar (no es presunción, pero puedo dar mucho, lo sé). Al menos hasta hoy, estoy convencido de que la encontré, que satisface mis gustos y mis sueños, mis ambiciones y mi vida.

Ésta noche, después de varios meses de estudio, mezclados con tantas cosas que pasaron, por mi mente, por mi vida, por la uni, por lo que amo, las cosas que descubrí, los amigos, los hermanos, las botellas de las caguamas (llenas, vacías después), voy a regresar. Voy a regresar a ese lugar que es para mí, el más bello del mundo. En donde se encuentran enterrados los restos de las cuerpos anteriores a mí, los que me facilitaron la vida. Y a la vez me la dificultaron.

Todas las personas, aún las más frívolas, conservan recuerdos del lugar en el que aprendieron que la vida no es otra cosa, más que eso... y eso, los hace amarlo... como yo hoy y siempre amaré a la Huasteca, a mí Huasteca.

viernes, 26 de marzo de 2010

Un acercamiento al amor y al objeto del amor

Espero que el título, haya sido el más apropiado, si no es así, nimodo.
Son las 5:44 de la tarde del viernes 26 de marzo, estoy a punto de salir a un par de fiestecillas para no quedarme en casa, al menos no hoy que es viernes. Tal vez en ese ir y venir de las botellas rellenas de cerveza o los vasos que contienen la vida y la muerte de un bebedor, se cruce en el rayo de mi mirada una de esas figuras con forma de guitarra, o de violín o un tololoche; quizá pase y me quede anonadado ante tal expresión de la naturaleza.
Y eso me hace recordar que hace ya mucho tiempo que no experimento ese sentimiento tan sublime, que se empeñan en llamar amor.
Palábras más palabras menos, la gente puede decir muchas cosas de esto. Yo sólo sé dos cosas, las mujeres son, encantadoras y peligrosas.
Puedes ir en el camión pensando muchas cosas y ninguna a la vez, y de repente, así sin más ni más, te encuentras con una de esas figuras que describí arriba, y sueñas, vuelas, te sales de órbita, regresas, despiertas y estás mirándola como todo un idiota.
Puedes ir o estár en cualquier otro lugar, pero cuando llega, llega y te pega, te azota, pero lo más extraño es que te gusta, te sientes bien, y esa es la razón por la que ahí sigues.
¿Que porqué digo que las mujeres son peligrosas?
Porque te provocan miedo. Miedo en el momento en el que decides hablarle, acercarte a ella con el fin de establecer el vínculo (aunque cabe aclarar que no aplica en todos los casos), miedo a que una vez que esta cediendo te deshagas tanto por ella, que dejes de lado muchas cosas, como tus amigos, tus hobbies, tu trabajo, tus sueños, tu escuela, entre otras cosas. Pues ahora ella es en tu vida, tu amiga, tus sueños y todo lo demás, todo gira en torno a ella.
Con esto tampoco quiero decir que sea malo, al menos a mí me da miedo, el simple hecho de pensar que al enamorarme no volveré a ser quien fuí y no seré jamás o por lo menos mientras esté enamorado, lo que soñé. Me ha pasado, y fué una de las mejores épocas de mi vida. Sufrí, es cierto, pero no le reprocho nada porque compenzó todo lo que me hizo sufrir; además, la vida sin sufrimientos no es vida. Las mujeres son peligrosas, hay que ser muy valientes. Las mujeres son peligrosas, y a los hombres, nos encanta sentir la adrenalina.

Las mujeres son la vida, puedes verlas, pero solo al conocerlas a fondo, puedes darte cuenta de lo valiosas que son, y de que su peligrosidad no se queda solo en su cuerpo o en su rostro, su peligrosidad, va más allá. Por último quiero citar unas palabras de algún trovador mexicano de nombre Nicho Hinojosa que dice con respecto a las mujeres, "no hay que comprenderlas, solamente amarlas..."

Para mis amigas Lore, Jesi y Vianey...

jueves, 25 de marzo de 2010

A manera de introducción...

Son muchas las cosas que se conjugan, y se arma algo tan delicado como un noviazgo a distancia, y tan bello como un viaje en autobús, entre montañas llenas de árboles frondosos, mientras escuchas en tu reproductor alguna canción que te recuerda a alguien, o algo, algún momento; algo que está fuera del alcance del conocimiento animal... la emoción que provoca vivir, y más aún, vivir tus sueños.
Es muy común encontrar, en las películas, animales hablando entre ellos. ¿Y si los sentimientos están fuera del alcance del conocimiento humano?
Pero bueno, lo que menos busco es responder preguntas, al menos no como esas.