miércoles, 22 de septiembre de 2010

Músicos

Un día bromeando con un amigo, casi de salida a uno de nuestros casuales encuentros con el escaso público que No gustaba de nuestra música, pero que igual no tenía otra cosa mejor que hacer, le dije: y ¿tu? ¿En qué vas a echar la batería? En mi bolsa, me dijo, y lo que no quepa en la cajuela. Mi amigo, uno de mis mejores amigos por cierto, el mejor baterista que he visto tocando en vivo, en otro de sus andares por los acordes, el sonido y los silencios, decidió que quería tocar la guitarra en vez de la batería. Quizá en busca de otro nivel de aplausos, quizá por mera satisfacción personal. Yo, en un comentario casi para rellenar espacios vacíos en nuestra conversación le dije que él era un baterista, no un guitarrista, a lo que me contestó con una frase que se quedó grabada en mi memoria, "tengo una guitarra, y sé tocarla, eso me hace un guitarrista". No la dijo así exactamente, yo la arreglé para que no sonará tan incompleta; pues pensé que entonces cualquier persona que tuviera una guitarra era un guitarrista.

Nadie puede decir que sabe todo acerca de ese instrumento de seis cuerdas y dieciocho trastes, o los que sea que sean. Pero en definitiva, hoy día en este país cualquier persona con un poco de iniciativa, y no tanta aptitud para la música, puede ser un músico. El problema recide en qué tan buen uso se le dé a la música. Pues estén de acuerdo o no, la música es como la fe, mueve montañas. Y mueve a las masas; más bien, los músicos mueven a las masas. Ultimamente nos hemos topado con miles de personas lindas que imponen modas por medio de "su música". Hay en la televisión algunos promocionales de una cantante la cual no quiero decir su nombre pues me irrita, que dice: yo creo que sin música los seres humanos seríamos muy amargados. Sea así como lo dice o no, se me hace una reverenda pendejada. Yo simplemente NO PUEDO imaginar a la humanidad SIN música.

Hoy todos quieren ser famosos, hoy todos quieren que les pidan autógrafos, tener mucho dinero, solo con crear alguna canción que diga que te extraño mucho, que te quiero, te necesito, con simples combinaciones de acordes. Los músicos comerciales, los que denigran más a la sociedad, han agotado las influencias recibidas por aquellos hombres y mujeres que revolucionaron la música, que crearon nuevas combinaciones, que descubrieron, paradójicamente, una mejor forma de expresión en el silencio. No digo que no haya músicos que valga la pena escuchar hoy día, es solo que nos encontramos inmersos en un medio de difusión que nos abarata el cerebro, que nos lo hace poco sensible a otras formas de expresión. No quiero dictar soluciones, quiero seguir haciendo música por que es lo que me mueve, es lo que NOS mueve, y lo seguiremos haciendo por que es el amor de nuestras vidas, por que es sencillamente, lo que nos permite seguir viviendo. ¿Que si sirve de algo que si no? Igual, de qué sirve ser cualquier otra cosa, si lo que nos llena está en el silencio, y en el sonido, primordialmente.

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