lunes, 12 de julio de 2010

Una canción más

Hubo un día en que amanecí con más güeva de la acostumbrada. No sé si estará bien escrito ¿güeva?. Da igual, como dijo el padre Ramón: es igual, es igual. Total que ese día, no quería vivir. Por pura flojera, había decidido quedarme en cama, simplemente re-po-zan-do.

Tenía que cumplir con varias ocupaciones: familiares, sociales, musicales, amigables, más las que surgieran durante la vida de ese día. Variadas y sin mayor complicación, pero que me causaban una güeva interminable e incomprensible. Había dormido más de ocho horas. La noche había tenido, ayudada por el ventilador, un clima que si bien no llegaba a lo placentero, era resistible.

Por causa de éste sistema al que tengo que adaptarme. En el que tengo, necesito obedecer a mi madre en asuntos importantes para la estabilidad económica de la familia, tuve que levantarme más con ganas de que el conejo de los froot loops se saliera de la caja y me comiera, o de que el mundo se acabara en ese momento.

Desayuné, antes de ponerme a cumplir con mis tareas hogareñas para ese día. Desganado, llevaba cada cucharada a mi boca, más con ganas de que se cayeran en el suelo, que se detuviera mi corazón y tuvieran que cargarme hasta mi cama, y ahí revivir para poder descansar. ¿Qué ironía no?. Pensando en eso me encontraba cuando decidí que era mejor reposar unos minutos antes de comenzar oficialmente a vivir aquel aflojerado día.

Acostado con la vista perdida en el techo, compuse a una canción:

Que flojera tengo,
de vivir este día
que flojera tengo
de vivir otro día

Estoy bien acostado
no me quiero levantar
pero ya estoy obligado
tengo que irme a bañar

que flojera tengo
de vivir este día
que flojera tengo
de vivir otro día

Me sorprendí de mis habilidades para componer. Creo que se la venderé a algún cantante de pop barato. O tal véz a Nigga le guste.



No hay comentarios:

Publicar un comentario