lunes, 5 de julio de 2010

Las luchas

Hay hombres que luchan un día y son buenos, hay otros que luchan un año y son mejores, hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles. Dijo el señor Bretch. Y hay otro señor al que yo en especial admiro mucho, por su calidad como persona, por ser un músico incomparable, y por que canta lo que es él y no lo que pide la gente que cante. Por esa razón ha sido muy criticado, pues se dice que sus canciones solo las entiende él. Y es que hay que dejarse llevar hasta la conciencia humana para saber que es el reflejo de un hombre, su mundo y sus pensamientos, sus sueños. Ese hombre del que hablo es el señor Silvio Rodríguez. A quien debo tantas y tantas horas pensando y viajando con sus canciones. Además, el arte cuando se explica, deja de ser arte.

Pero el punto no era hablar de Silvio. El punto es contar la historia que ha venido a suceder en millones de hogares de todo el mundo. La juventud, es la edad de los malagradecidos, y en ésta etapa de la historia se nota una pasividad incomprensible para quienes la hemos padecido. Por eso quiero decir que hay hombres sí, que han luchado toda la vida y al final no son más los imprescindibles. Si conocen a alguno y al otro día lo ven llorando, no lo tomen a cobarde ni se burlen de él. Conozco algunos a los que he visto trabajar bajo el sol impetuoso, solo para sobrellevar de la mejor manera posible la vida de los suyos, en un mundo capitalista. Muchos de los que conozco, y que conocí con sonrisas inmensas, llenas de esperanza, hoy no sonríen más.

La decepción acabó de hundirlos. Creo que si se tiene algo, no se puede desaprovechar. Esta es una crítica constructiva a todos aquellos que no hablan con la verdad con sus padres, los que no han sabido sobrellevar su vida de la mejor manera posible, los que reclaman de todo, pero que no saben que hay que empezar por el hogar, los que no tienen ni un poquito de agradecimiento por esas personas que ante la situación materialista de éste mundo en el que no eres nadie, ellos, con sus ideas tradicionalistas e influenciadas, aunque nosotros hubiéramos querido que pensaran diferente, siempre han buscado la manera de que se viva mejor. No quiero que esto suene a que estoy haciendo un ensayo sobre alguno de los mandamientos católicos, no, se trata de tomar en cuenta las luchas que hacen todas las personas, que para bien o para mal, la hacen. ¿Que de qué sirve?, de objetivo de vida, de una meta. De dar algún sentido a nuestra existencia.

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