martes, 1 de junio de 2010

De los días...

Todos los días: hay besos, abrazos, gente que cruza la calle, va a trabajar, en los camiones, cantando, bailando, creyendo en sus sueños, trabajando por ellos, aunque los demás piensen que es una perdida de tiempo; gente escribiendo, gente leyendo, gente traduciendo, hablando, diciendo un te amo, con los labios perfectamente abiertos, para que no haya confusión. Todos los días hay gente escribiendo aunque la vida se le vaya en eso, aunque los demás aún no alcancen a comprender que de verdad existe un uso "indispensable", aunque los demás no encuentren en eso la productividad necesaria para poder hacer de ello un gran negocio...

Todos los días hay: gente creyendo que se puede seguir intentando cambiar al mundo con alguna frase, alguna palabra, gente dando propuestas para que esto mejore, gente diciendo "¡si a huevo!" a las propuestas, pero esa misma gente y los que están detrás de ellos aún siguen sentados, esperando quien sabe qué antes que ponerse a realizar las propuestas.

Todos los días hay: gente naciendo, caminando por las calles como buscando algo perdido que aun no saben qué es, gente viendo videos en YouTube, viendo la televisión, cruzando la frontera, gente disfrutando de un bello paisaje, gente disfrutando algo pequeño, pero realmente hermoso; gente creyendo en todo lo que los de arriba dicen, y los de "arriba" (nótese que pienso resignadamente en los de arriba) contando a los habitantes de éste país para poder calcular los gastos y saber qué está haciendo y pensando la horda de mexicanos, gente queriendo cambiar, despidiendose, despidiendose de sus amigos, llorando...

Todos los días hay gente resignada, acomplejada, quejandose, gente muriendo, gente que se esfuerza en hacer las cuentas de la gente que muere al año: pinche mil personas mueren al año por el tabaco, pinche mil más por cáncer, putoscientas personas más por el uso indebido del alcohol, otro par más de pinche mil por accidentes viales, provocados por el alcohol, mil y tanto de mujeres por cáncer de mama, y un montón más porque simplemente así lo decidieron. Qué mas da contarlos o no, la gente no es eterna, desde que se pone a fumar sabe que va a morir. Llámese cobardía, por querer adelantar lo inevitable, pero todo en ésta vida tiene un precio, y cualquiera que éste sea, lo pagamos viviendo, y vivir significa sufrir unos días, reír en otros, con diferentes intervalos de tiempo...

Y entre tantos datos, tantas preguntas, tantas respuestas, sin saber cuáles son correctas y cuales no, me doy cuenta de que la muerte está tan cerca, que quizá hoy pudiera ser el último día de mi vida, y ésto no me deprime, pues aunque aún me quedan muchas cosas por hacer y alcanzar, sé que todos vivimos con esa condición... Y entre tanta gente, pasan lo días, las horas, y parece como si ésto no tuviera sentido, pero es eso precisamente lo que le da el sentido al hecho de estar vivo, el placer que provoca el descubrir el sentido de vivir en éste camino andado y por andar. Los días...

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